Cannabis para tratar la ansiedad y el estrés postraumático

Como médicos es de suma importancia conocer cuál es el manejo adecuado del estrés y la ansiedad, así como de los trastornos neuropsiquiátricos que se derivan de éstos. Además, la situación por la pandemia de COVID-19 ha resultado en afecciones por ansiedad y estrés en la población mundial. El cannabis es una excelente opción para mitigar y tratar estos padecimientos, conoce cómo en este artículo.

Este artículo fue creado para orientar a profesionales de la salud y requiere conocimientos médicos para su lectura y comprensión. 

El miedo y la ansiedad son respuestas adaptativas normales para enfrentar las amenazas y sobrevivir, pero cuando se vuelven excesivos o persistentes pueden provocar una discapacidad. Los síntomas que surgen del miedo y la ansiedad excesivos se presentan en varios trastornos neuropsiquiátricos, incluidos el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad o fobia social, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Los dos últimos ya no se clasifican como trastornos de ansiedad, pero la ansiedad excesiva es fundamental para el desarrollo de la sintomatología de ambos trastornos. [3]

Ansiedad

La ansiedad es un estado emocional caracterizado por una respuesta emocional excesiva frente a circunstancias potencialmente peligrosas. Es una reacción normal al estrés y puede alertarnos sobre los peligros, ayudar a prepararnos y a prestar mayor atención a nuestro entorno. La ansiedad está asociada con tensión muscular y comportamientos de evasión. [8]

Cuando la ansiedad se presenta de manera patológica, puede llevar a perturbaciones emocionales crónicas y aprensión constante hacia el futuro. [8] Los trastornos de ansiedad difieren de los sentimientos normales de nerviosismo o ansiedad e implican miedo o ansiedad excesivos ante estímulos que no deberían detonarlos. [1]

Los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más comunes y afectan a casi el 30 % de los adultos en algún momento de sus vidas. Estos trastornos son tratables y requieren un manejo adecuado del estrés y la ansiedad; existen varios métodos efectivos disponibles cuyo objetivo principal es ayudar al paciente a llevar una vida productiva y normal. [1]

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Según la Asociación Americana de Psiquiatría, el trastorno de estrés postraumático (TEPT, en inglés: PTSD o Post-Traumatic Stress Disorder) es un trastorno psiquiátrico que puede ocurrir en personas que han experimentado o presenciado un evento traumático, o que han sido víctimas de violencia o crímenes. [2,6] 

Las personas con trastorno de estrés postraumático pueden tener pensamientos y sentimientos intensos e inquietantes relacionados con la experiencia traumática vivida, y estos permanecen por mucho tiempo después de que el evento traumático haya pasado.

Los pacientes con este padecimiento pueden revivir el evento a través de flashbacks o pesadillas; pueden sentir ansiedad, tristeza, miedo o enojo; e incluso llegar a sentirse distanciados de otras personas, y es posible que lleguen a evitar situaciones o personas que les recuerden el evento traumático, pudiendo tener fuertes reacciones negativas a algo tan común como un ruido fuerte o algún contacto físico accidental. [2,6] Sin un manejo adecuado de los síntomas del estrés, el padecimiento se vuelve crónico y puede tornarse más complejo. 

Trastornos de ansiedad y estrés en México

Estudios realizados por la Secretaría de Salud a nivel nacional revelan que los casos de ansiedad aumentaron un 75 % entre 2013 y 2018. Además, datos de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México señalan que casi un 30 % de la población adulta padecerá algún trastorno mental en su vida. Los más relevantes: trastornos de ansiedad (14.3 %), por consumo de sustancias (9.2 %) y afectivos (9.1 %). [5]

Según las cifras, en México es “extremadamente común” vivir eventos traumáticos. Un estudio publicado en 2014 menciona que el 68.8 % de la población mexicana ha vivido un suceso que pueda ser clasificado de esta manera. Mientras tanto, otro estudio realizado en 2013 indica que el 28.2 % de los jóvenes mexicanos de entre 10 y 25 años ha vivido dos o tres eventos traumáticos, y que 13 % ha presenciado cuatro o más. [4]

Un estudio publicado por Norris y colegas en 2003 menciona que el TEPT está presente en 11.2 % de la población mexicana, y el 62 % de esos casos se volvieron crónicos, mientras que solo 42 % de ellos recibió atención y tratamiento médico o profesional. [7] Por ello es vital la identificación de los síntomas y canalización con un profesional de la salud mental para un manejo adecuado del estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad. 

Tratamiento farmacológico convencional

Los tratamientos farmacológicos disponibles actualmente para estos padecimientos incluyen inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina, benzodiacepinas, inhibidores de la monoaminooxidasa, antidepresivos tricíclicos y agonistas parciales del receptor 5A-hidroxitriptamina (5-HT).

Los anticonvulsivos y los antipsicóticos atípicos también se usan para tratar el TEPT. [3]

Estos medicamentos están asociados con tasas de respuesta limitadas y síntomas residuales, particularmente en el TEPT, y los efectos adversos también pueden limitar la tolerancia y la adherencia al tratamiento.

La carga sustancial de los trastornos relacionados con la ansiedad y las limitaciones de los tratamientos actuales otorgan una alta prioridad al desarrollo de nuevos tratamientos farmacéuticos, cuyos efectos secundarios no sean incapacitantes. [3]

Sistema endocannabinoide y modulación de la ansiedad

El sistema endocannabinoide (SEC) es microscópico y se encuentra en todo el cuerpo. Varios de los receptores cannabinoides, especialmente los receptores CB1 se encuentran en el cerebro límbico o "emocional", donde modulan la liberación de neurotransmisores de manera que previenen la actividad neuronal excesiva, disminuyendo así la ansiedad, reduciendo el dolor y la inflamación, regulando el movimiento, la percepción sensorial, la memoria y la función cognitiva. [10] El aumento de la señalización endocannabinoide tiene efectos ansiolíticos y antidepresivos, mientras que el bloqueo o la eliminación de los receptores CB1 tiene propiedades ansiogénicas y produce fenotipos depresivos. [9]

Los mecanismos neuronales por los cuales la señalización endocannabinoide afecta la ansiedad no se conocen del todo, sin embargo, la mayoría de los datos disponibles indican que la señalización endocannabinoide tiene propiedades ansiolíticas tanto en modelos de ansiedad condicionados como no condicionados, y que estos efectos son más activos durante estados de estrés o alta excitación.

Propiedades ansiolíticas del cannabis 

El uso de cannabinoides en la investigación de salud mental se ha considerado controvertido y la base de evidencia de sus efectos terapéuticos está poco desarrollada. Sin embargo, en los Estados Unidos, el uso de cannabinoides está aprobado para personas con TEPT en la mayoría de los estados que permiten el cannabis medicinal. [12]

Como resultado de diversos estudios se sugirió que los cannabinoides podrían tener una función en la modulación de la memoria emocional, el miedo y la ansiedad; en estudios de 2008 y 2013 se observó que una sola dosis aguda de THC redujo significativamente la reactividad de la amígdala a las señales sociales de amenaza. También se ha demostrado que el THC mejora la conectividad amígdala-prefrontal, modula la ansiedad subjetiva (dependiendo de la dosis) y aumenta la extinción del miedo. Otra investigación sugiere que el THC a dosis altas puede exacerbar la ansiedad, lo que sugiere que el THC tiene un efecto complejo sobre la reactividad y la ansiedad. [12]

Los mecanismos de acción del CBD son varios: [10]

  • Tiene un efecto indirecto al detener la descomposición enzimática de la anandamida, permitiéndole permanecer más tiempo en el organismo y proporcionar beneficios médicos. 

  • Tiene un efecto leve sobre los receptores CB2 del tejido linfoide, mediando la liberación de citocinas y reduciendo la inflamación y el dolor.

  • Estimula los receptores vanilloides de dolor, mediadores de la percepción del dolor, la inflamación y la temperatura corporal. 

  • Puede ejercer su efecto ansiolítico activando receptores de adenosina (regulando la función cardiovascular y con amplio efecto antiinflamatorio en todo el cuerpo).

  • A altas concentraciones, el CBD activa directamente el receptor de serotonina, lo que confiere un efecto antidepresivo.

En un estudio publicado en mayo de 2020, se administró marihuana a pacientes diagnosticados con TEPT, estos pacientes indicaron una disminución del 50 % de los síntomas inmediatamente después de la administración del tratamiento cannabinoide. [11]

CBD y THC como tratamientos prometedores

Datos preliminares sugieren que el THC modula el procesamiento relacionado con amenazas en individuos con TEPT expuestos a trauma, lo que puede resultar ventajoso como un enfoque farmacológico para tratar la psicopatología relacionada con el estrés, la ansiedad y el trauma. [13]

El CBD por su parte, puede ser un compuesto efectivo para reducir la ansiedad y el insomnio secundario al TEPT. Una revisión de literatura sugiere algunos beneficios del uso de CBD debido a sus efectos ansiolíticos e inductores del sueño. Los estudios en animales respaldan el uso de este tratamiento e informan que el CBD puede bloquear la alteración del sueño inducida por ansiedad a través de efecto ansiolítico en el cerebro. [10]

Juntos, estos hallazgos se suman al creciente cuerpo de literatura que sugiere que la modulación farmacológica del sistema endocannabinoide puede ser un enfoque prometedor para abordar la disfunción corticolímbica, que caracteriza de manera central el TEPT y las psicopatologías relacionadas con la ansiedad y el estrés. [13] El manejo adecuado del estrés y la ansiedad puede encontrar respuestas en la medicina cannabinoide, y hace falta continuar la investigación que los respalde como tratamientos legítimos y de utilidad médica. 

El diagnóstico, dosificación y titulación de la dosis de estos cannabinoides siempre debe ser llevada a cabo por un médico especialista: un psiquiatra en el caso de humanos o un médico veterinario especialista en etología en el caso de animales. 

Referencias:

[1] American Psychiatric Association. (2017). What Are Anxiety Disorders? Recuperado de <Sitio web>, última consulta 23 junio 2020.

[2] American Psychiatric Association. (2020). What Is Posttraumatic Stress Disorder? Recuperado de <Sitio web>, última consulta 23 junio 2020.

[3] Blessing, E. M., Steenkamp, M. M., Manzanares, J., y Marmar, C. R. (2015). Cannabidiol as a Potential Treatment for Anxiety Disorders. Neurotherapeutics, 12(4), 825–836. doi:10.1007/s13311-015-0387-1

[4] Flores, S. (2017). Traumas. Nexos. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 23 junio 2020.

[5] Gudiño, A. (2018). Ansiedad aumenta 75% en los últimos cinco años en México. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 23 junio 2020.

[6] National Institute of Mental Health. (2019). Post-Traumatic Stress Disorder. Recuperado de <Sitio web>, última consulta 18 junio 2020.

[7] Norris, F. H., Murphy, A.D, Baker, C.K., Perilla, J.L. (2003). Epidemiology of trauma and post-traumatic stress disorder in Mexico. Journal of Abnormal Psychology, 112(4), pp. 646-656.

[8] Tambaro, S., y Bortolato, M. (2012). Cannabinoid-related Agents in the Treatment of Anxiety Disorders: Current Knowledge and Future Perspectives. Recent Patents on CNS Drug Discovery, 7(1), 25–40.doi:10.2174/157488912798842269

[9] Kendall, Dave y Alexander, Stephen. (2009). Behavioral Neurobiology of the Endocannabinoid System. 10.1007/978-3-540-88955-7.

[10] Shannon, S., & Opila-Lehman, J. (2016). Effectiveness of Cannabidiol Oil for Pediatric Anxiety and Insomnia as Part of Posttraumatic Stress Disorder: A Case Report. The Permanente journal, 20(4), 16-005. https://doi.org/10.7812/TPP/16-005

[11] LaFrance, E. M., Glodosky, N. C., Bonn-Miller, M.,y Cuttler, C. (2020). Short and Long-Term Effects of Cannabis on Symptoms of Post-Traumatic Stress Disorder. Journal of affective disorders. 274, 298–304. Advance online publication. https://doi.org/10.1016/j.jad.2020.05.132

[12] Hindocha C., Cousijn, J., Rall, M. y Bloomfield, M. A. P. (2019). The Effectiveness of Cannabinoids in the Treatment of Posttraumatic Stress Disorder (PTSD): A Systematic Review. Journal of Dual Diagnosis, DOI: 10.1080/15504263.2019.1652380

[13] Rabinak, C. A., Blanchette, A., Zabik, N. L., Peters, C., Marusak, H. A., Iadipaolo, A., y Elrahal, F. (2020). Cannabinoid modulation of corticolimbic activation to threat in trauma-exposed adults: a preliminary study. Psychopharmacology. doi:10.1007/s00213-020-05499-8

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